jueves, 11 de septiembre de 2014

Nuestras últimas visitas a las comunidades

















Nehemías y Sanbalat

En el capítulo cuatro de Nehemías queda registrada la oposición que se levantó en contra de la reconstrucción de los muros de Jerusalén, liderada por un hombre conocido como Sanbalat. ¿Acaso estaba lleno de envidia? O ¿sentía temor del cambio que vendría para esa nación si se restauraba? Sanbalat se burlaba de los judíos y Tobías, el amonita, le acompañaba en lanzar insultos para desanimarlos.
La reacción de Nehemías fue ¡orar! Más adelante, Sanbalat y su combo hicieron planes para atacar a los que trabajaban en la reparación del muro. Cuando Nehemías supo sus planes, otra vez oró y puso guardias de día y de noche.
Nuestra tarea en esta región donde el Señor nos ha traído es muy parecida a la de Nehemías en su tiempo: trabajamos en la restauración y el fortalecimiento de la iglesia indígena, y han comenzado a aparecer los Sanbalat y los Tobías, haciendo oposición a lo que Dios quiere hacer en las comunidades.
Como les hemos contado en las cartas anteriores, en el mes de marzo de este año comenzamos a viajar a una zona del lado de Colombia que se llama Caño Bocón para visitar dos comunidades Puinaves y un grupo de cubeos que se establecieron allí. Nuestro primer viaje fue para dar a conocer a los pastores y líderes de esa zona el deseo de la capacitación teológica y lingüística que ofrecemos y, por supuesto, invitarles a participar. Pero luego de ese viaje sentíamos que Dios nos estaba llamando a procurar abrir la extensión en esa zona. Hubo un recibimiento positivo, así que realizamos otro viaje en el mes de julio y hace pocos días hicimos el tercer viaje para reunirnos con varios pastores y líderes.
En esta ocasión, ellos planearon una reunión para formalizar nuestra propuesta y plantear específicamente de qué se trata y cómo funcionaría. También escuchamos el deseo de algunos líderes para participar. Casi al final de la reunión apareció una persona, no es un líder de la comunidad y tampoco un miembro activo de la iglesia, y se opuso con tal fuerza que los demás se quedaron callados (¡apareció nuestro Sanbalat!). Nadie dijo nada, ni una palabra. Así que para finalizar la reunión les dije que deseamos y necesitamos que la comunidad se ponga de acuerdo, y que tengan deseos de participar, y si eso no pasaba deberíamos buscar otro lugar donde sí estuvieran interesados y dispuestos.
Luego salí de la reunión destrozado, realmente me sentía muy mal, muchas preguntas rondaban mi cabeza. Me acosté en la hamaca, y detrás de mí llegó mi esposa para decirme: tranquilo, no te preocupes, ya Dios nos dará otro lugar. En las horas que siguieron, fueron a buscarme tres líderes, en diferentes momentos, para decirnos que ellos sí estaban de acuerdo. El pastor de la comunidad, en una conversación esa tarde, manifestó que no desea que dejemos de visitarles y que, al contrario, desea que podamos hacer la capacitación allí.
Yo pensaba dentro de mí ¿Si todos ellos piensan así, por qué nadie dijo nada en la reunión? Sin duda hay mucho de la cultura indígena que seguimos aprendiendo, y es probable que su manera de resolver asuntos como estos donde hay opiniones encontradas sea diferente al nuestro.
Fue un momento difícil, muchas dudas nos asaltaron en ese instante. Pero luego, recuperamos el aliento y la perspectiva de la situación. Planeamos un viaje para la segunda semana de octubre, en el que estaremos llegando aún más lejos, para conocer dos comunidades más, una llamada Bachaco y otra llamada Barranco Tigre. Queremos reunirnos con esos pastores y en el nombre de Dios podamos seguir haciendo fundamentos que nos lleve a poder establecernos en esa zona con tanta necesidad Espiritual, comenzando por los pastores y líderes de las comunidades.
Como Nehemías nombró guardias mientras se reconstruía el muro, así nosotros necesitamos ahora más que nunca que nuestros socios nos acompañen en oración.

Sabemos que Dios nos dirigió a ese lugar que no estaba en nuestros planes al principio. Nuestra oración es que el Señor nos de sabiduría, gracia y determinación para hacer su voluntad.