lunes, 27 de julio de 2015

Lecciones de Nehemías que son útiles para nosotros hoy.

  1. La respuesta de Nehemías a las noticias que recibió de Jerusalén fue: Llanto, duelo, ayuno, oración y acción. Muchas veces recibimos noticias acerca de lo que pasa en una etnia, de sus necesidades y reaccionamos llorando, nos dolemos, ayunamos y oramos, pero nos quedamos sin acción, y siempre hay algo que podamos hacer.
Sabemos que la reacción de Nehemías no era un arranque emocional porque habían pasado más de tres meses y él seguía afligido por esas noticias, esperando el momento oportuno para poner manos a la obra.
Si has llorado, te has dolido, has ayunado y orado, da el siguiente paso y actúa.

  1.  Nehemías era un líder, y cuando llegó a Jerusalén –después de descansar por tres días- lo primero que hizo fue inspeccionar el estado de la muralla, sin decirle a nadie cuáles eran sus planes. Esa inspección le permitió calcular y planear cómo iba a llevar a cabo su proyecto, lo cual hizo luego de manera muy ordenada.
La ciudad de Jerusalén era grande y era un proyecto ambicioso reconstruir las murallas que la rodeaban, pero Nehemías supo organizar, animar y reanimar al pueblo para que terminaran esa tarea tan grande en tan sólo 52 días.
Amazonas, es un territorio inmenso, son miles de km2 de selva. Es un proyecto muy ambicioso enseñar la Palabra de Dios en un lugar como éste, y sabemos que no podemos abarcar nosotros solos todo este territorio. Pero, incluso enfocándonos en una región es un trabajo arduo. Nuestra oración es que Dios nos ayude a ser tan ordenados y disciplinados como Nehemías para poder hacer su trabajo lo más eficientemente posible.

  1. Aunque Nehemías no estaba en Jerusalén para llevar a cabo un proyecto espiritual sino un proyecto “civil”, él sabía que Dios estaba con ellos en ese proceso y por eso muy seguido podemos leer que Nehemías oraba. Cuando los enemigos querían desanimarlos, él oraba; cuando el pueblo se cansaba, él oraba; cuando había un peligro inminente, él oraba. Siempre oraba, y la mano de Dios estuvo con él en todo el proceso de tal manera que incluso sus enemigos se dieron cuenta que esa obra había sido hecha con la ayuda de Dios. 
  2. En el capítulo 8 del libro de Nehemías encontramos un evento importante: Después de mucho tiempo se reúne todo el pueblo y la Ley es leída en público. Ahora bien, la Ley fue escrita en hebreo y la mayoría de los que estaban presentes ya no hablaban hebreo como lengua materna; habían crecido hablando otro idioma. Por esa razón, vemos que se leía la Ley y se explicaba el significado de lo leído para que el pueblo pudiera entender cada pasaje.
Cuando entendieron, la reacción general fue lloro y lamento, tal vez porque se dieron cuenta que no estaban cumpliendo lo que la Ley mandaba, pero Esdras y los levitas les mandaron a que no lloraran, sino que fueran a sus casas a festejar. El versículo 12 dice que el pueblo se fue a celebrar con gran alegría porque habían oído y entendido las palabras de Dios.
Si seguimos leyendo, vemos que al día siguiente los líderes de las familias de Israel fueron a ver a Esdras para estudiar la Ley más detalladamente. Al parecer quedaron con hambre de saber más. Mientras estudiaban notaron que Dios había mandado a celebrar un festival que debía realizarse ese mes (Pareciera que nunca habían oído hablar de ese festival) en el que debían vivir en enramadas.
El pueblo salió a buscar ramas y celebraron el festival, ¡Cosa que no se hacía desde los días de Josué! Durante esa celebración, Esdras leyó la Ley cada día del festival.
Unos días después, el pueblo se reunió en asamblea esta vez en una actitud de ayuno y arrepentimiento que terminó en una promesa solemne de cumplir la Ley de Dios.
¿Se hubiese generado ese mover espiritual si no le hubiesen explicado al pueblo el significado de lo que se leía durante esa primera lectura pública? Yo me atrevo a decir que no, porque la Ley no significa nada sino entendemos lo que dice. Ese entendimiento generó despertar espiritual importante en el pueblo que había vuelto del cautiverio.

Esa es la razón por la que estamos aquí: Cuando los hermanos indígenas entiendan el significado de lo que leen en la Biblia, eso producirá un despertar espiritual en sus iglesias y comunidades que será oído desde lejos. Ese es nuestro deseo y nuestra oración, y el motivo de venir a enseñar la Palabra de Dios.

sábado, 4 de julio de 2015

Para reflexionar

Jeremías 32:39
Haré que haya coherencia entre su pensamiento y su conducta, a fin de que siempre me teman, para su propio bien y el de sus hijos. (NVI)
                En el pueblo de Judá, durante el ministerio de Jeremías, algunos seguían diciendo que eran el pueblo de Dios y otros más atrevidos profetizaban cosas buenas para la nación, pero sus acciones eran totalmente contrarias a lo que decían ser. Habían dado su espalda a Dios y sus hechos los estaba llevando cada vez más a la destrucción, lo cual profetizaron los profetas Dios y vemos luego cumplirse cuando Babilonia invade Judá y  lleva exiliados a sus habitantes.
                Una de las cosas que vemos a nuestro alrededor comúnmente, y que para la mayoría se ha vuelto normal,  es el contrabando de gasolina y rubros comestibles que ocurre a diario en este punto geográfico (y fronterizo) del país. Pero el asunto nos llama más la atención cuando sabemos que muchos de los que están vinculados con ese tipo de negocio son  personas creyentes de alguna iglesia evangélica y entre ellos, se cuentan pastores que también se rebuscan (conseguir dinero) con esta práctica, que sabemos es ilegal y por lo tanto un delito.
                Pero la verdad es que la ignorancia de las Escrituras de muchos creyentes, incluyendo algunos líderes, es más grande que la necesidad económica que tienen. Así que, dedicarse al contrabando o negocios ilícitos es parte de su vida y no sienten que están violando alguna ley divina. Esto nos recuerda lo mucho para hacer ante tan evidente condición espiritual en la que se encuentran iglesias, creyentes, líderes, pastores indígenas en esta región.
                El trabajo de formar es un reto ante la condición de que muchos de estos son personas que se sienten bien con lo que hacen y además sienten que no están ofendiendo a Dios, ni a su prójimo, al contrario, parece que mientras ellos se benefician todo está bien.
                Como el Señor quería con el pueblo judío, que su conducta estuviera en coherencia con lo que decían ser como nación escogida por Dios, así es el deseo de Dios para estas personas, para esta tierra, para todos los grupos étnicos. Si oramos, pero también invertimos nuestro tiempo y conocimiento para mostrarles las verdades Bíblicas, podemos confiar que el Espíritu Santo podría cambiar sus mentes y vivir una vida llena de Dios y según Su Palabra.
                Termino esta reflexión recordándote que Dios sigue llamando obreros a la mies que es mucha, y aunque Dios conoce la necesidad de obreros por lo inmenso del trabajo por hacer en el campo. Dios sigue dejándonos que seamos nosotros los que tomemos la decisión de servir o no, si invertir nuestro tiempo, dinero, esfuerzo y vidas por completo en la Gran Comisión.

 Misionero Leover Sirit