Hace unas semanas me tocó la tarea de transcribir los
materiales que los estudiantes de ELIAS produjeron en el taller de escritores:
cuentos, historias de su infancia, libritos sobre la cultura material, libritos
instruccionales, entre otros.
El
proceso de producción de los materiales se llevó a cabo en tres etapas, durante
las cuales pudimos ver el progreso de ellos. Al principio algunos de ellos
tenían mucho tiempo sin escribir en su lengua, y eso dificultó un poco el
asunto. Pero al final del proceso, agarraron el ritmo, terminaron sus
materiales y se sintieron muy orgullosos por el logro.
Debido
a que ellos no cuentan con computadores en sus comunidades, trajimos los libros
a casa para transcribirlos e imprimir una versión de prueba.
Tomó más de una semana hacer ese trabajo, eran 14 libritos en total.
Después de transcribirlos, pasamos a la fase de imprimirlos. Mientras lo
hacíamos, pensábamos en la reacción que tendrían los hermanos al recibir los libritos.
En la
jornada pasada, en octubre, llevamos los libritos y en efecto los hermanos se
emocionaron mucho al ver los libros sabiendo que ellos eran los autores de ese
material. Los veían, y los veían por un largo rato.
Ellos
tendrán desde ahora hasta enero para probar los textos con otros lectores y
hacer las revisiones y correcciones que sean necesarias, para luego poder
reimprimir los libros.
Para
cualquiera puede parecer un poco tonto tal vez, pero nos gozamos porque sabemos
que es un gran logro para ellos, y deseamos que sea una motivación para que
sigan escribiendo en el futuro para el beneficio de sus comunidades.